No entienden que cada persona es un asesino, todos ellos que tratan de matarme, y después de que acaben conmigo irán por otros. Disfrutan matar, su necesidad es saciada con sádicos actos; todos esos niños que corren tras un animal para apedrearlo, esos demonios que se están criando para matar.
Yo solo quise salvar a la humanidad de esta escoria, acabar con este problema. Era yo o ellos, tenía que acabar con el problema antes de que se complicara. Al primero que libere, parecía un ángel, pero no me podía dejar engañar, pensé todas las posibilidades y para no correr riesgos le corte la cabeza y arranque el corazón, uno nunca sabe si existen esos seres que te vuelven a la vida. Después de eso supe que yo era el elegido para liberar a los humanos de su destino de tinieblas.
Ellos no entendían porque lo hacía.
La gente está envuelta tras oscuras visiones, no se percatan que son sus propios hijos los asesinos del futuro, todos ellos llenos de maldad. Siempre estudian la psicología, pero jamás previenen estos casos, aun cuando saben que por traumas infantiles se forman las mentes siniestras, no se atreven a decir algo hasta que este decide actuar. Por eso lo hice, para acabar con la miseria de ambas partes, para terminar con el juego de la libre y el cazador. Les divierte seguir a estos condenados para matarlos, pero la opinión pública estará de acuerdo porque ese es el bien para ellos, en cambio a nosotros, los justicieros, nos condenan aun cuando hacemos el bien.
Después describen la obra del condenado, explicándola como una patología, esas curiosidades de la mente humana, pero todos somos asesinos, la diferencia es que unos somos del bien y otros del mal.
Y aquí me tienen, siendo el chivo espiratorio, que haga voltear los ojos de la humanidad a mí, para ellos anunciarles que el bien triunfa sobre el mal, pero para los de mi clase es una amenaza.
Pero no soy el único, hay otros como yo, dispuestos a sacrificarse por cumplir la misión. El precio de una vida por haber salvado tantas de esos criminales en gestación es comprensible. Pero antes de que me electrifiquen, recuerda ver a su hijo a los ojos, porque el día que tenga que electrificarlo le será difícil hacerlo.
7 comentarios:
Ese cuadro que pusiste al final tiene toda una historia acá en Chile. Parece ser que es lo único que se salvó en un incendio, lo que abriga al niño en el cuello es un animal... y así.
Tienes razón en que todos somos potenciales asesinos, pero hay algunos que tienen esa condición más sobre la superficie.
Saludos
soy potencialmente asesina, quiero asesinar, para sasiar mi sed de sangre y mi deseo de perfeccion...
Briones...hablas/escribes como si tuvieras un trauma...¿Asesina yo...? Me cuesta creerlo...o...aceptarlo.
xD
biie!
Alejandra:
claro que sabia la historia de ese cuadro, acaso crees que puse en el buscador de google "niño" y me salio esa pintura? (lease con tono sarcastico)
tanathos:
oh si! pegame pegame!...a me proyecte U_u
Melissa:
te doy mello?...pues no lo dudes...en una de esas te me deschavetas y para que quieres...
saludos a la concurrencia
Casi todos los delincuentes lo son así por un desorden psicológico que los agravó en algún momento de sus vidas, por una sed de venganza de algo que sufrieron; pero también hay los pococ, muy pocos delincuentes que lo hacen por la pura diversión. Ni siquiera lo hacen por el dinero, por el poder, es realmente gente que sólo quiere ver quemarse a este mundo, de ellos hay que cuidarse...
Saludos estimado Briones, desde acá la mitad del mundo se le sigue leyendo, pase bien.
Como quiera estoy a favor de la pena de muerte... jijijijiji
Todos nacimos asesinos.
"pero todos somos asesinos, la diferencia es que unos somos del bien y otros del mal."
Me gustó ese párrafo.
Y el final.
Yo no estoy a favor de la pena de muerte, muy fácil es mirar la paja en el ojo del otro, pero ver la viga en el propio requiere de una reflexión muy intensa a la que no estamos acostumbrados...
Besos de colores mi querido Briones.
Un gusto volver a leerlo.
Pondré fotos d emi viaje en el blog, así verás a donde fui:)
Luuu
Publicar un comentario