Uno no puede evitar pensar en el futuro, en lo que queremos lograr en ello y sin duda no podemos dejar de pasar caer en los refritos que por generación se repiten. Ya saben cosas como: -de grande quiero ser rico-, -de grande quiero ser importante-, -de grande quiero tener una casa enorme- y en mi caso –de grande quiero ser un soltero codiciado-.
Y ahora a mi edad soy un solterón, pero no codiciado U_u, uno imagina la vida de soltero con harta libertad y el hecho de poder hacer lo que sea. Que de pronto te llegan tus cuates a tu casa y se arma la fiesta y la borrachera. Que un día pides pizza para comer y la repartidora es una sexy mujer de tu edad y que sin pensarlo tirara la pizza al suelo y se te echara encima y te entregara su cuerpo. También uno imagina tener un fiel compañero como un perro a un gato para acompañarte en tu soledad, y que este siempre estará ahí incondicionalmente para ti. Y sobre todo ves que tendrás una casa o apartamento cómodo y bonito.
Claro que la ilusión se rompe cuando ves que tu vida es un tanto asquerosa, que vives en una casa no tan mal pero que duermes en el suelo, que en tu refrigerador apenas hay una coca-cola , la mascota que imaginaste es un gato que hurga en tu basura e inclusive un perro callejero que te pide de comer con sus ojos de ternura, que si apenas tienes amigos y que todos acusan que vives (vivimos) en donde los gatos asaltan con cuchillo en pata, que las mujeres que imaginaste que podrías ligar en la colonia son mas rudas que tu y algunas mas varoniles.
La vida de soltero no es como la pintan las películas de “joligu”. La inmundicia de la soledad es grande, estas atrapado en una casa y solo con un televisor con la programación de televisión abierta, y para tu mala suerte tu computadora murió, no tienes dinero ni para un Cyber, apenas puedes comer y a su vez atrapado en una ciudad que no conoces del todo bien y que sabes que en cuanto se oculte el sol el riesgo de ser asaltado, atracado, lastimado, asesinado o perjudicado sube un 90%.
La verdad es que mi vida “independiente” (dígase en este caso a la parcial ausencia de padres en tu vida) es mas de cómo lo imagine, en vez de mascota tengo Hulices mi fiel compañero de casa y escuela y amigo de parrandas. Y en vez de convertirme en ese mujeriego y despreocupado personaje que en las películas pasan, ahora soy más hogareño y parecido a mi madre, haciendo quehacer y cocinando. Ejemplo de ello es que mi señora madre compro una sala para la casa donde vivo y como esposa recién casa me puse a ver donde la pondría y visualizándome en ella acostado y cogie….digo viendo el televisor.
Algo es cierto, pasas tiempos de inmundicia en este estilo de vida pero tienes su momentos gratos (aunque recalco que la inmundicia es mas frecuente).
Y tu a que le tiras en el futuro?
viernes, enero 30, 2009
viernes, enero 23, 2009
cuantos de azúcar?
Oh! El ser humano!, todos sabemos o nos hacemos a la idea de que el “hombre” se coloca en la supremacía de la cadena alimenticia al igual que de inteligencia respecto a las demás especies conocidas en el planeta. Pero para poder estar ahí tenemos que cubrir necesidades básicas, una que es de ley para todo ser viviente en este planeta, son las fisiológicas y otra que es algo más sabido en los humanos, que es el alimento emocional, no digo que los animales no cuenten con ello, pero el tema es de los seres humanos.
Las emociones representan la integración de nuestra forma de actuar ante una situación (y aunque se dice que la inteligencia debería predominar ante las emociones, no es tanto el caso), y dependen de estas en gran medida como nos hagamos notar ante los demás, Ya que los estados de animo repercuten directamente en nuestra personalidad.
La variabilidad de temperamento debido a los estados de animo (emociones) con frecuencia nos trae problemas y conflictos con los demás y lo que es peor aun, con uno mismo. Es por ello que un buen estabilizador y alimento emocional, egocional y “espiritual” es la simple frase y compleja de decir: “te quiero”.
Los “te quiero” denotan aprecio y el que alguien te lo diga es gratificante para tu seguridad emocional. Pero no a todos nos saben iguales estas palabras y podría separar en dos tipos de “te quiero” fundamentalmente.
En primer lugar están esos “te quiero” que saben a agua, y ustedes saben que el agua para tener la seguridad de poder beberse debe ser incolora, inodora (sin color) e insípida (sin sabor). De lo contrario nos arriesgamos a alguna “enfermedad”. Este tipos de “te quiero” son los promulgados por familiares y algún tipo de amigos, debido a que uno da por default el hecho de que como seres cercanos es deducible que se quieran y es habitual demostrarlo con acciones mas que con palabras, y sobre todo que pese a las adversidades el hecho de quererse será difícilmente cambiado, por ello no prestamos tanto “paladar” a este tipo de sabor del “te quiero”. Pero así como podríamos decir que este tipo de “te quiero” es desabrido es igualmente importante para tu “cuerpo emocional”, ya que la composición de agua en el humano es del 65% al 75%, y al igual que en el cuerpo físico, el “cuerpo emocional” necesita de este esencial “liquido” (osease los “te quiero” antes descrito) para tener una estabilidad.
Luego están otro tipo de “te quiero”, son esos de sabores, azucarados en su mayoría y que se expresa en distintas presentaciones (pareja sentimental, aventura de verano, ligue de antro, etc.). Este tipo de “te quiero” son tan satisfactorios y de buen sabor, pero lamentablemente los sabores no se retienen por mucho en la boca, así que es necesario reiterarlo hartas veces a lo largo de que se mantiene ese sentimiento, y en muchas veces desencadena en adicción, cual niño que se le pican las muelas por tanto dulce. Algunos puedes padecer “diabetes” y tener que controlar su nivel de “azúcar”. En su mayoría son representados por esas relaciones pasionales, donde es más un lapso (o fase) donde el invadiente sabor se apodera de nuestros sentidos y no damos cabida a otras sensaciones. Y como se menciono anteriormente, uno debe saber lidiar con ello pues puede causar algunas “enfermedades”.
Pero como dicen por ahí: “yo solo quiero que me quieras”.
Las emociones representan la integración de nuestra forma de actuar ante una situación (y aunque se dice que la inteligencia debería predominar ante las emociones, no es tanto el caso), y dependen de estas en gran medida como nos hagamos notar ante los demás, Ya que los estados de animo repercuten directamente en nuestra personalidad.
La variabilidad de temperamento debido a los estados de animo (emociones) con frecuencia nos trae problemas y conflictos con los demás y lo que es peor aun, con uno mismo. Es por ello que un buen estabilizador y alimento emocional, egocional y “espiritual” es la simple frase y compleja de decir: “te quiero”.
Los “te quiero” denotan aprecio y el que alguien te lo diga es gratificante para tu seguridad emocional. Pero no a todos nos saben iguales estas palabras y podría separar en dos tipos de “te quiero” fundamentalmente.
En primer lugar están esos “te quiero” que saben a agua, y ustedes saben que el agua para tener la seguridad de poder beberse debe ser incolora, inodora (sin color) e insípida (sin sabor). De lo contrario nos arriesgamos a alguna “enfermedad”. Este tipos de “te quiero” son los promulgados por familiares y algún tipo de amigos, debido a que uno da por default el hecho de que como seres cercanos es deducible que se quieran y es habitual demostrarlo con acciones mas que con palabras, y sobre todo que pese a las adversidades el hecho de quererse será difícilmente cambiado, por ello no prestamos tanto “paladar” a este tipo de sabor del “te quiero”. Pero así como podríamos decir que este tipo de “te quiero” es desabrido es igualmente importante para tu “cuerpo emocional”, ya que la composición de agua en el humano es del 65% al 75%, y al igual que en el cuerpo físico, el “cuerpo emocional” necesita de este esencial “liquido” (osease los “te quiero” antes descrito) para tener una estabilidad.
Luego están otro tipo de “te quiero”, son esos de sabores, azucarados en su mayoría y que se expresa en distintas presentaciones (pareja sentimental, aventura de verano, ligue de antro, etc.). Este tipo de “te quiero” son tan satisfactorios y de buen sabor, pero lamentablemente los sabores no se retienen por mucho en la boca, así que es necesario reiterarlo hartas veces a lo largo de que se mantiene ese sentimiento, y en muchas veces desencadena en adicción, cual niño que se le pican las muelas por tanto dulce. Algunos puedes padecer “diabetes” y tener que controlar su nivel de “azúcar”. En su mayoría son representados por esas relaciones pasionales, donde es más un lapso (o fase) donde el invadiente sabor se apodera de nuestros sentidos y no damos cabida a otras sensaciones. Y como se menciono anteriormente, uno debe saber lidiar con ello pues puede causar algunas “enfermedades”.
Pero como dicen por ahí: “yo solo quiero que me quieras”.
martes, enero 06, 2009
U_u
No puede ser!...porque me pasa esto a mi? Son de esas cosas que uno no espera y que nunca te viene a la mente que te pueda pasar.
Uno no cree que es cierto cuando ve los noticieros y dicen que: “…no respeta credo, estatus social, etc…” lo cierto es que a cualquiera puede pasarle, y fue mi turno, me “acomboja”, pero uno no puede decaer y dejarse morir, aun tengo que rendir cuentas ante los que me conocen.
Primero no quería aceptarlo, me decía a mi mismo: “yo se que cuando quiera puedo seguir o dejarlo…”, pero pasan los días y las ideas no transitan, es como si me pasmara en el tiempo, y cuando al fin creo salir, recaigo e incido.
Algunos reproches llegan a mí, que si me morí porque ya no saben noticias de mí.
Y ahora me da re harta pena venir aquí y tener que admitir la situación tan penosa y embarazosa, pero hay que afrontar las cosas tal y como son, espero puedan entenderme. La cosa es que no tengo ni puta idea de que escribir U_u. La verdad es que todo lo que se me viene a la mente se me olvida, prometo cambiar esta situación.
Uno no cree que es cierto cuando ve los noticieros y dicen que: “…no respeta credo, estatus social, etc…” lo cierto es que a cualquiera puede pasarle, y fue mi turno, me “acomboja”, pero uno no puede decaer y dejarse morir, aun tengo que rendir cuentas ante los que me conocen.
Primero no quería aceptarlo, me decía a mi mismo: “yo se que cuando quiera puedo seguir o dejarlo…”, pero pasan los días y las ideas no transitan, es como si me pasmara en el tiempo, y cuando al fin creo salir, recaigo e incido.
Algunos reproches llegan a mí, que si me morí porque ya no saben noticias de mí.
Y ahora me da re harta pena venir aquí y tener que admitir la situación tan penosa y embarazosa, pero hay que afrontar las cosas tal y como son, espero puedan entenderme. La cosa es que no tengo ni puta idea de que escribir U_u. La verdad es que todo lo que se me viene a la mente se me olvida, prometo cambiar esta situación.
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