Memín Pinguín

Mi pobreza no me da para contratar televisión por cable (aunque recientemente se me fue retirado mi servicio “pirata” de telecable) y últimamente me he visto los capítulos de la tan aclamada serie “Gregory House” (Gerardo Casa). Podría criticar a dicha serie, pero temo que me agreda todo aquel simpatizante del Mr. House. Pero es inevitable criticarla:

Todos los capítulos empieza igual, enfocan a la victima que será atacada por una extraña enfermedad, podrá ser cualquier parte del mundo donde sea atacado pero siempre va a caer al hospital donde chambea el Don Casa, para dar paso a otro sujeto que sirve de señuelo, haciendo pensar que ese segundo sujeto será el que verdaderamente protagonizara al paciente del capítulo, pero no es así, vuelven al primer sujeto enfocado y es el que sufre la enfermedad tan extraña (siempre es la misma acción).

Siempre en los diagnósticos entre el Don Casa y su equipo llegan a una conjetura de que lo que le aqueja al paciente puede ser algún tipo de lupus, no hay capitulo donde no mencionen dicha enfermedad, pero como siempre, resulta que el lupus es una enfermedad tan insignificante para un medico como Don Casa que nunca es lupus.

Después de suministrar tanta droga inventada ha sido posible y tratamientos conocidos, junto con unas 4 cirugías en menos de dos días, Don Casa descubre que la enfermedad era provocada por un moco atorado en la fosa nasal.

Creo que no explique el porqué mencione a dicha serie en realidad. En uno de los capítulos aconteció que un paciente de color (un negro), intrascendente en dicho capitulo he de decir, se enfurecía porque no le recetaban un medicamento para blancos, pues le habían dado uno especialmente para afroamericanos que supuestamente beneficia en mayor medida a dicha raza que lo que lo haría los” medicamentos de blancos”. El afroamericano, terco, se rehusó a tomar los medicamentos “especiales” para afroamericanos, pidiendo insistentemente los de “blancos”, pues él se sentía discriminado (en forma racial). Don Casa le receto el medicamento para “blancos” cuando en realidad era para “negros”.

Esto me hizo ver el racismo de otra manera: “el autoracismo”

Y es que hay gente tan aferrada, con delirios de persecución, que creen que el sistema y todo ser o animal conspira contra su persona, no tanto así ante su dicha raza, sino solo a su persona por ser “diferente” a la mayoría. Creyendo que es el único “negro” aun discriminado, aun siendo que se le trata de forma digna. Pero para los que padecen el síndrome de autoracismo, todo es una forma sutil de recordarles que son diferentes e inferiores (¿Dónde quedo esa autoestima?), según su percepción y el juicio arcaico de épocas del esclavismo.

Creyendo que cualquier ente diferente a él es un potencial naci y que aun los de su similitud de tez son potenciales ayudantes de los nacis.

Lo cual podría reflejar un complejo de mala aceptación, de odiarse a sí mismo, aunque como yo no soy de esos especímenes que llaman psicólogos (no es que los discrimine) no puedo dar un juicio profesional

La cosa es que en estas instancias, creo que preocuparnos por instancias raciales es algo ya muy irrelevante, hasta para el sistema laboral, pues aquella persona que tenga la capacidad sobre saldrá ante todo, aun así con los prejuicios racistas.

Por otra parte, mi respeto para los señores afroamericanos, señores dadores, creadores y fundadores de la raíz de la buena música contemporánea.