Beatriz

…He said I'm going to buy this place and watch it fall

Stand here beside me baby in the crumbling walls…

-¿Vas ir al bar esta noche?-
-No, hoy tengo otros planes mi amigo-

Realmente no tengo nada mejor que hacer, pero hoy simplemente he decidido caminar, observar las calles de mi ciudad creciente. Y aunque no estoy seguro que es lo que busco, si se lo que hoy no quiero encontrar: me quiero deshacer de la monotonía y la rutina; de las diversiones burdas y joviales.

Camino y camino por cuadras, colonias, senderos y mis pies no se cansan. Pero mi vista se fastidia de sequia y desesperación por no encontrar el resalte de lo observado. Veo pasar a una señora de caderas anchas con sus hijos, mismos que gritan sin control reclamando la diversión correspondiente de la edad, intrascendente berrinche. Por allá, en el café, observo dos sujetos barbudos, se les ve mover las barbas de forma continua como si platicaran de la complejidad del universo. De aquel otro lado, en la parada del bus, se ven los trabajadores esperando su transporte que los regrese a sus hogares, seguramente cansados de la rutina martirizante. Tres cuadras más adelante, contemplo a los jóvenes bromear de la vida y a otros retar a la misma con inhalaciones de sustancias, aun no comprendo el placer mismo del reto, pero seguramente ni ellos lo entienden. Dentro de la zona más baja de esta ciudad, me detengo a criticar a vista a todos esas personas que ríen desenfrenados, como si ya supieran la eternidad de la vida.

Camino y camino y no encuentro sentido. Cruzando el puente principal de la gran ciudad, veo por debajo a los marginados, que con reflexiones superfluas me digo que no hay peor rechazo que el propio. Y sigo por 5 metros y me detengo a darle una moneda a un ciego, será mi obra buena del día, obligada por mi conciencia.

No sé cuantas horas me he mantenido con el paso titubeante, doblo a la izquierda, a la derecha, sigo derecho y vuelvo a doblar en cualquier dirección donde aun se puede seguir camino.
Tanto bacilar y no había notado a las estrellas, seguramente me encuentro ya a las afueras de esta ciudad, pues dentro de ellas les es difícil distinguir entre tanta luz eléctrica. Oh Si!, he llegado al bosque recreativo.
Cuando yo tenía 15 años, mis amigos mayores me contaban que venían aquí con sus novias. Supongo que no me sería extraño encontrarme con uno de ellos, realmente seria algo embarazoso ver la repulsiva excitación animal de un hombre no pensante. Es mejor que siga camino por el lago, pues está despejado y la luna ilumina la zona, sería ilógico que alguien ansiara que la concurrencia nocturna observara el espectáculo sexual.

Quisiera sumergirme en el agua, restringir los ruidos terrestres y escuchar la calma del lago. Observar los rayos luminosos que se filtran a través de la luna y llegan a reflejarse en el lago. Que mis ojos sean cegados por unos minutos y ver el blanco pueril del pensamiento. Pero no es posible, moriría de hipotermia antes de lograr tal concentración.

-Eh!, ¿quien anda ahí?-

-ji ji!!-

-¿Quién ríe?-

-ji ji! Aquí arriba-

-¿Quién eres?-

-Soy alguien como tú, alguien que gusta ver el lago-

-Veras…no suelo pasar por aquí seguido-

-Lo sé, suelo pasar noches en este sitio y a decir verdad no te había visto, pero…¿a qué has venido a este lugar?-

- ………………- Realmente no sabía que responder, pues en las horas de andar no había podido dar cuenta a mi sentimiento de esa día, solo podía pensar que me hacía falta algo.

-ji ji! Hay lugares que te marcan, lugares que guardan recuerdos en su textura, aroma, forma. Cuando era pequeña, este árbol era mi diario. A decir verdad, debería pedirle disculpas, pues lo he usado de libro, le he grabado mis reflexiones y le he susurrado mis temores. Hoy aun en mis días inciertos recurro a él- -Mi nombre –Beatriz ¿y el tuyo?-

-eh!...mi nombre?- Yo aun seguía buscando respuesta a la pregunta. –Demian- un haz de luz ilumino a la chica, una señorita…muy joven. Su pelo ondeante oscuro, unos ojos radiantes que parecieran el ayudaban a ver en la penumbra, de piel clara y con labios carmín. Bestia una larga gabardina de tono claro. Y realmente se le veía tranquila.
Pero yo aun no sabía qué era lo que buscaba.

-ji ji! Eres algo callado, pero es hora de irme, tengo que atender una cita-

Y ella se marcho. Contemple su partida y me enfoque en su caminar, seguro y sin mirar atrás, lo cual me desconcertó.

Oh! ¿Qué es lo que había presenciado? ¿Una respuesta? ¿El fin de mi caminar? ¿La diversión de la noche?
Por las noches contiguas a aquel día acudí al bosque y desde un árbol contiguo me sentaba a contemplar, observar y estudiar a la joven. Veía como lloraba, hablaba, acorrucaba y sonreía. Siempre cuando se despedía de ese gran pino, sonreía. Tal arraigo me dejaba pensante.

Beatriz…¿Quién será?... puede… que… ella sea a quien mi sentimiento imploraba. Pero…¿Quién lo asegura?
…si busco en el todo…encuentro el vacio…¿Qué es lo que busco?...

So meet me by the bridge, meet me by the lane
When am I going to see that pretty face again
Meet me on the road, meet me where I said
Blame it all upon
A rush of blood to the head…

-DEMIAAAAAN!!-

-eh!...-

-En la siguiente cuadra se encuentra el bar, tenemos que bajar del bus-

-oh! Está bien-

-ah! Que mi amigo, te hace daño tener todo el día esos audífonos, te dejaran sordo. Por cierto invite a unas amigas-

-¿amigas?-

-Si! Te presentare a una de ellas. Me parece que es de tu tipo. Se llama Batriz, la conocí en el bosque recreativo ya hace años…-

-……..-



Jajaja odio mis días de sentimental, pero pues les aclaro que los versos en ingles son parte de una canción de coldplay, la canción se llama "a rush blood to the head".
En estos días de piche actitud de vieja mal cortada come nieve y escucha música cursi. Me pongo precisamente a hacer eso, como nieve, escucho música de temática amorosa y me digo: vergas pinche sentimiento. Y pues el relato no es originario mío, aunque yo lo hice en mi versión. Lo plagie de un capítulo de la novela " DEMIAN" de Herman Hesse. En realidad en ese capítulo los dos personajes involucrados jamás se conocieron y mucho menos se vieron. Pero el personaje principal (que no era Demian, pero igual no pongo su nombre porque no sé cómo se escribe) se la pasaba contemplando a la Beatriz (buena novela).

Neta que me siento bien sensible, como cuando acabas de ver la película “mi primer beso” (cuando se muere el nerd que se quería echar a la morra, demonios eso me hacia llorar, pinches abejas asesinas) o las que les haga chillar. A chingar a su madre la nieve.