lunes, septiembre 10, 2007

Para infortunios seguros, los albañiles y sus apuros


Día normal, con la variante de que hoy entro a las 9am a la universidad (pero en teoría entro a las 7, pero ya ven las deficiencias de la vida) y ya me estaba preparando psicológicamente para el atestamiento del camión, por ello decidí irme desde las 7:40am para evitar dicho evento. Pero obedeciendo a las leyes de probabilidad, el camión demoro 30 minutos en pasar, y para mi gran sorpresa iba discretamente lleno (dos tres sujetos parados). Con forme fue avanzando el camión en su ruta iba subiendo mas gente y bajando muy poca o nula, y de repente ya estaba cuerpo a cuerpo, sudor a sudor, olor a olor con los demás pasajeros que intentábamos evitar ser tragados por la misma mancha voraz que formábamos, por ello implemente mi siempre funcional plan de atrincherarme junto a la puerta trasera; digo, es un buen plan, así no tienes que abrirte paso con la típica tacleada con el hombro y abrir a la gente como moisés lo hiciera con el mar rojo y como recompensa la evidente zorreada de las nalgas que bajan descendentemente (no pendejo bajan ascendentemente) por las escaleras del urbano, digo si están visible con mucho gusto (a que actitud tan cristian).

Empecé a oler algo extraño, ese olor tan peculiar del proletariado pero reforzado con el olor tan reconocible de sudor, cemento, etc., pronto empecé a girar mi cabeza para refutar a mi olfato, estaba rodeado de albañiles. Logre ignorar el hecho puesto que estaba escuchando música con el más alto volumen como suelo hacerlo todos los días, con mi orejeras (audífonos, bocinas, auriculares) tipo jumbo (conocidas por algunos como de cometín).

Así trascurrí buen trecho de mi recorrido, manobriando para evitar el mayor roce posible con los demás transportados, hasta que se llego una de esas paradas donde descarga la mayoría de la tropa, es decir, mis amigos albañiles. Es entonces cuando trate de hacerme un lado para que pasaran cómodamente, pero me encontraba inmovilizado por demás bestias que también reclamaban su espacio y como estampida de bueyes (no de weyes (no wey no wey!!)) se me dejaron venir uno tras otro empujándome contra la espalda de un sujeto (a estaba nalgón el carbón) y hasta que de pronto el ultimo de ellos me da un jalón. Recreación:

Yo: -Espérate wey, no mames wey, espérate!!!-
Yo: -que se espere-

Si lo que veía descender por las escaleras no eran unas nalgas tipo Jennifer López, sino, mi audífonos, que caían directamente hacia el concreto de la banqueta. Recreación:

Yo en mi mente: -vale madre, no tengo varo pa´otras-
Mis audífonos: -a como eres pendejo, no tengo mas de cuatro meses que me compraste, y ya me diste en toda la madre-

Pues el albañil llevaba una mochila tamaño caparazón de tortuga, la cual a su vez uno de los cierres atrapo mi cable de los audífonos, al sentir el tirón tan potente trate de contrarrestarlo con mi elasticidad y evitar tensionar el cable (pa´que no se rompiera), me estire tan largo soy para recorrer el mayor tramo posible mientras gritaba como vil puta esperando que el albañil escuchara mis gemidos de desesperación, pero como lucha de un simple pescador contra moby dick fuy derrotado y las orejeras arrancadas de mi linda cabecita, solo observe atónito la muy jodida dirección que llevaban y el muy desmadrador impacto que estas experimentaron. Recreación:

Albañil: -Perdón vale, fue sin querer, fue un accidente-

Así es el muy digno albañil, recogió las partes del suelo y subió a dármelas y expreso esas inmortales palabra y se fue sin mas ni mas.
Invadido por la rabia (muy característica en mi), observe que el problema tenia solución y empecé a pensar que esos 200 y tantos pesos que había desembolsado por ellos habían rendido sus frutos.


Pero no cantes victoria!!!

Poco después, ya que los había rearmado, me di cuenta que los daños eran mayores, el cable presento una malformación (tipo jorobado de notredam) y un muy singular falso contacto.
Y para rematar mi día, mi tan aventurado traslado a la universidad fue para tomar una mugre clase de una hora y las otras dos clases que me correspondían se fueron en default, es decir, no las tuve (las deficiencias de la vida).



5 comentarios:

Anónimo dijo...

ps mis respetos pa tus audifonos ^^!
jejejeje pss sta bn cUrada la hIstOriaa xXDjejej
Ps m bOi
ya no c q poner
adioz..!!!

Anónimo dijo...

JAJAJAJAJAJAJAJA

NO MAMES...
INCREIBLE QUE TE PASEN ESAS COSAS..

xD

TE HUBIERA IDO MEJOR
SI TE HUBIERAS PEGADO
CUERPO CON CUERPO,
SUDOR CON SUDOR...

PS TOTAL... UN OLOR DIFERENTE
NO LE HACE MAL A ALGUIEN XD!

PERO WENO...
EN PAZ DESCANSEN TUS AUDIFONOS

=P

Drk33 dijo...

jajajaja no mms

que pedo

ajkajajaja
adios a los audifonos negros

see por eso me caga la gente albañil jajajaja



pero ni pedo we

como que tienes que sufrirle
jajajaja

ya que le caigas pa aca sera la gloria jajajaja

cuidate

perro

Anónimo dijo...

a pues que deficiencias de la vida! yo por eso ni oigo musica y siempre ando en coche
jojo
saluditoos y grax por la felicitacion!!

Anónimo dijo...

pff hahaha lo siento no puedo evitar reirme, no se si escribes para desahogarte, para manifestar lo injusta q es la vida contigo(nee), o para divertir a la gente jeje me ha puesto de buen humor leer esto, el solo hecho de imaginar como ocurrio no te sientas mal pudo haber sido peor, ademas imagina la culpa q sintio el humilde albañil q no pudo mas q pedirte disculpas...ia ps dramatizo mucho y creo q escribi demasiado jejeje bueno era para q veas q por fin t comento, satisfecho? jeje xauu